Nuestro Centro

Desde 1877, la Congregación de Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús promueve, como misión recibida de la Iglesia, una educación evangelizadora.

Recogiendo este testigo nos definimos como centro cristiano concertado que ofrece una educación integral al alumnado.

Seguimos el Carácter Propio y las orientaciones de la Fundación Educativa ACI.

 Tenemos como objetivo ayudar a crecer a las personas en todas sus facetas, intelectual,  personal, social y espiritual.

Trabajamos para que nuestro alumnado sea capaz de aprender y desarrollar al máximo sus capacidades a lo largo de su vida y de desenvolverse en un entorno amplio y cambiante guiándose por los valores  del evangelio, buscando siempre caminos de perdón y reconciliación ante cualquier conflicto y comprometiéndose en la transformación de la sociedad  para hacer un mundo justo y fraterno.

 

Somos un Centro que se distingue por:

  • Hacer una oferta cristiana atractiva que posibilite el encuentro con Jesús de Nazaret.
  • Priorizar el acompañamiento de cada alumno en su maduración personal y académica, haciendo que todos se sientan queridos y valorados, para que lleguen a ser personas comprometidas con la mejora de la sociedad.
  • Acoger la diversidad dando respuesta a todos, especialmente a los que más lo necesitan.
  • Ofrecer una enseñanza de calidad y adaptarse constantemente a nuevos retos educativos:
    • Cambios sociales.
    • Plurilingüismo.
    • Avances tecnológicos.
    • Educación para la sostenibilidad.
  • Contar con un equipo de profesores creativo, participativo e implicado en el Proyecto Educativo y en una gestión compartida.
  • Mantener una relación de cercanía con las familias que les permita implicarse en la propuesta educativa del Centro.
  • Ser un Centro abierto, con presencia en el entorno.
  • Mantener alianzas y relaciones cercanas con otros centros especialmente con los de Esclavas, para avanzar en la mutua colaboración y mejora continua.
  • Conseguir una estabilidad económica que nos permita desarrollar nuestra Misión.

Nuestro Colegio tiene historia y tradición.

Comenzó siendo hospital de la Misericordia y la Caridad, perteneciente a la Orden de San Juan de Dios. Parte del inmueble es adquirido por la familia Osborne, pasando a ser casa palacio de la familia.

En el año 1923, la Congregación de Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús lo adquiere para convertirlo en centro educativo, dedicado fundamentalmente a la enseñanza de las niñas más pobres de la ciudad.

El edificio que actualmente ocupa el Colegio de las Esclavas en El Puerto de Santa María, situado en la confluencia de las calles Luna y Misericordia, fue sede del hospital de la Santa Misericordia entre finales del XV y finales del XVII. 

En el siglo XVII, los juandedianos convirtieron el mísero hospital en el edificio actual, con su patio de columnas, su amplia escalera, enfermería ventilada y buena iglesia.

En el siglo XIX se destina a escuela de primaria, la primera de carácter gratuito en la ciudad.

En 1923 la Congregación de Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús se hace cargo del edificio con la condición  de establecer en el mismo un colegio para niñas pobres. Las obras  de rehabilitación y adaptación del edificio fueron costeadas por el conde de Osborne.

Una vez instaladas las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, el inmueble funcionó como colegio, adaptado a los distintos planes de estudios, impartiéndose en la actualidad enseñanzas de infantil, primaria y secundaria.

La Iglesia de Estilo Barroco :

La portada es de cantería conservando las líneas barrocas de los edificios dieciochescos sevillanos. Presenta dos cuerpos en altura.

En su interior conserva una planta de cruz latina  con tres naves. En el tramo de los pies  se eleva un coro alto iluminado por un óculo abierto en la fachada principal.  

Los azulejos  que cubren la parte inferior de los muros y pilares de la Iglesia  presentan motivos vegetales, florales y temas infantiles. Datan de 1923  y proceden de Triana ( Montalván). 

Patio Porticado: 

Antiguo claustro abierto y actual patio cerrado por muretes y cristalera en sus cuatro lados. Tiene planta rectangular y tres pisos.